miércoles, 27 de junio de 2012

El Peso de la Enfermedad



Precisamente ahora, a estas alturas del año inmersos en un recién estrenado verano es cuando uno ve tan lejos una nueva cuaresma y solo un vago recuerdo ve alejarse la pasada, tomando forma nostálgicamente en fotos y videos, va uno y se para a pensar en ello en el peso de la Cruz y es que la vida golpea de forma dura e incluso despiadadamente porque esa enfermedad  que tiene nombre, que asusta, es indomable y tan osada que no hace distinciones.

Llega sin avisar, es un golpe seco de martillo, la llamada de un mal capataz,  que llama tan rápido que apenas da tiempo a colocarse en el palo, y es una chicota tan larga y tan dura que solo queda meter riñones, porque es Consuelo de un blanco de corazón grande solo puede hacer eso echarle casta y sacarle los colores, Prender esa enfermedad y hacerla Cautiva ,ser ejemplo de entereza como buen padre de una familia ejemplar pues a pocos metros de ellos ese pueblo que tanto quiere tiene la victoria de un Duque y dos puntales bajo los pasos uno bajo el paso del señor y ella de momento se conforma con el sueño de un juego de niños por primavera, gente de corazón y apariencia grande, que tienen la esperanza de un verde redentor por bandera en casa y que el morado jamás lo olvidan  y si hablamos de casa o de morado, es allí donde con sus torrijas nos hace sentir cada jueves como en nuestra propia casa, porque si allí llegas con tu carnet en el corazón de Hermano del Señor hasta el café sabe distinto, tiene otra gracia.

A todos aquellos que estáis sufriendo el peso de la enfermedad no perdais nunca la esperanza.

Que el Señor os Bendiga

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